Un dia abans de l'aniversari del Rei ...

la historia cuenta, que una semana antes, el Rey, estuvo a lomos de su caballo, merodeando el reino en busca de nuevos caminos, el Rey, que los fines de semana, solía deleitar a la corte con grandes fiestas corrioleras, derrochando fuerzas con sus más próximos escuderos, los Pro's, no pensaba, que este fin de semana, se vería envuelto en una trama tan perversa como la que encontró.
Como cada fin de semana, su majestad, se persono en el valle de la BP, ha esperas de que en un día como este, sus más fieles guerreros, los llamados Pro's, se personarían en el lugar con ganas de regocijarse con el, a lo lejos ya preveía, que la cosa no iba a ser como el esperaba, ya que solo divisaba, el carro de las provisiones, y un par de plebeyos (gente que no pertenece a la nobleza Pro), con burra y alforjas.
Rey.-Por los dioses !! - grito.
Rey.- Que es esto !! - alzando las manos muy enfurecido.
Desde el carro, un enorme personaje, vinculado hace ya tiempo en cuestiones religiosas, ahora dado a la bebida, respondió :
Monje ceboso .- señor, no lo se, nosotros hace tiempo que estamos esperando y no se ha personado nadie de su escolta - cabizbajo y con los hombros encogidos, alzo la vista hacía los plebeyos, estos, a sabiendas de como gastaba el rey su malestar, desviaron la vista hacia otro lugar.
El Rey intento disimular su enfado, y mando rápidamente solucionar la situación, esta fue mandar nombrar Noble predilecto, al plebeyo Roger, logrando además ser caballero de la orden Pro, o sea, Sir Roger. A los otros dos, bien, simplemente les lanzo un par de monedas de cobre para que se lavaran los pies y dieran otra imagen de la corte. El plebeyo Pere, seguiría siendo plebeyo, y maese Nava, bien, pues eso.
En vísperas del cumpleaños del Rey, y sin haberse personado ningún noble, estos pobres e inocentes campesinos, se veían envueltos en una encrucijada, que más tarde nos sería imposible salir.
El Rey, entre risas y golpes bravucones de casta, mandaba realizar la marcha, el y su nuevo noble, dispusieron el camino adelantándose a los demás, a esos dos, que marchaban atizando de lo lindo a su corcel (un burro), y el siguiente, manejando las riendas de vil manera, como si de un poseso se tratase, intentando alcanzar una velocidad próxima a los grandes caballos del norte que poseía su majestad. Es de saber que Sir Roger, adquirió un mamífero acorde a los colores del Rey y por lo tanto, mantenía la velocidad de este.
Durante todo el recorrido, nuestro protagonista, dio rienda suelta a su poder, invitando siempre a su lado a su escolta y mirando de reojo, el carro de las provisiones, no dejando que se acercara demasiado, para no ser visto y obligado a ser visto entre tanta mugre. De vez en cuando, a lo lejos, el plebeyo Pere, se quedaba atrás para proteger el carro del rey, que durante el invierno guarda en su interior, botas de vino y grasas suculentas, que podrían ser robadas por cualquier desalmado.
Los caminos escogidos por el Rey, no eran al azar, allí, yacían tumbas de todos los esclavos que había decapitado una vez prestados los servicios, en uno de ellos, resaltaba, Manel jefe de los esclavos constructores de caminos, dios que masacre.
Arriba y abajo, no se daba abasto, se perdían provisiones por el camino a mansalva, el desgaste era brutal, pero el Rey quería más y más, el noble adquirido a base de monedas de oro, no tardaría en mostrar su verdadera identidad, ya que no había sido entrenado en esas artes, y si en las de labriego, por lo tanto poco a poco, fue perdiendo fuelle y uniéndose a los otros dos que intentaban seguir la marcha veloz que se estaba imprimiendo.
El Rey, no daba crédito a sus ojos, que os pasa .- grito; no os gusta lo que os muestro ? ... los tres proscritos, estaban destrozados, la marcha del Rey, en una forma envidiable, estaba acabando con el séquito, y en vistas de que la muerte tarde o temprano llegaría a sus cercanías, el plebeyo Pere, armado de valor, se acerco a cinco metros de el y le dijo: Rey, donde están esos que se llaman tu corte, en vísperas de tu cumpleaños, así te pagan, nosotros, no tenemos nada, pero estamos aquí contigo, por favor no nos inflijas más castigo del que podamos soportar.
El Rey, sacando los ojos de su cabal, estuvo a punto de mandar con los dioses a este humilde servidor, pero increíblemente, y tras un largo pensamiento, le dijo : .- acércate, piojoso, por una vez te voy a dar la razón, estoy triste, y cabreado al mismo tiempo, y no es justo que vosotros lo paguéis, e sido abandonado por mi séquito de lujo, Sir Conchillo, Sir Google, Sir Jordi, etc, etc, todos serán decapitados, a mi llegada al castillo, había preparado este majestuoso paraíso de corriols y solo vosotros, fieles proscritos, habéis sido capaces de asistir, a sabiendas de que no teníais otra elección, solo por eso, seréis recompensados ...
La alegría por fin llegaba a las cansadas posaderas de los acompañantes, siiiii, ja, ja, ja, risas y música resurgieron de la nada.
De repente el Rey alzo su mano y mando parar la fiesta allí proclamada, .- parad !! - extendiendo su mano más allá del antebrazo y tirando hacía atrás su cuello para no oler demasiado a los mugrientes campesinos, dijo .- felicitadme pues, por mi cumpleaños y besar mi mano ... sin tocarme, por su puesto, creo que es manera más que suficiente de agradecer vuestra fiel compañía.
Con un moco colgando, los tres miembros de la excursión, se postraron ante el Rey y este una vez que los tubo a una altura considerable, saco su mandoble y de una sola andanada, rebano por completo las cabezas. Una patada por aquí y otra por allá, deshizo las cabezas, los cuerpos los dejo allí y luego acabo con el burro y el carro, quemando todo lo que pretendiera recordar a esos labriegos. Solo y feliz volvió a sus tierras, a sabiendas de que campesinos como esos los puede encontrar donde quiera, pero sus escuderos Pro's, son más difíciles de encontrar.
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Narrador : cada día se me va más la peonza, pero es lo que hay, que le vamos hacer. Hasta otra.